
Hélène Blocquaux
Cuentos de arena
México, 2020
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Hélène Blocquaux
Lo que descubrió Hélène Blocquaux, después de una ardua investigación, fue una cultura pletórica de trajes, máscaras y rituales; una cultura llena de colores, de lenguaje florido y de público (de todas las clases sociales) que desahogaba sus emociones gracias a las canciones (las que acompañan a cada rudo o técnico al ring); le llamaban la atención el réferi (vendido o leal), las edecanes, los vendedores, en suma, se sintió atraída por un deporte-espectáculo sonoro y colorido donde los golpes sí son reales, aunque muchos espectadores todavía no lo creen. Para ella, la lucha libre define a la perfección lo que es México, un país de gente valiente que nunca se rinde ni siquiera cuando el dolor o el miedo apremia o cuando en la situación más desesperada aparece, como solución, la magia.
Guadalupe Loaeza
Hélène Blocquaux, en sus propias palabras: “Nací en Grenoble el 15 de julio de 1966 y a los tres meses llegué a Charleville-Mézières; a mis 54 años sigo sin conocer mi ciudad natal. En cambio, me mudé a unas veinte ciudades francesas y una belga antes de llegar a la Ciudad de México un 2 de marzo de 1988. Mis andanzas profesionales me llevaron a Alejandría (Egipto) el 24 de septiembre de 2002, unos días antes de la inauguración de la nueva biblioteca alejandrina. He enseñado mi lengua materna durante muchos años en la UAEM, en la Alianza Francesa de Cuernavaca que fundé en el nuevo milenio y ahora soy profesora universitaria en Ciencias de la Comunicación. Alejandría y su nostalgia fue un parteaguas en mi vida. Ahí empecé a escribir y a usar mi cámara fotográfica y de video. Regresé a México ¿definitivamente? un 3 de marzo. Radico en Cuernavaca pero voy cada vez que puedo a Guanajuato, tierra predilecta de escritura. Mis dos hijos crecieron, perdí a mi padre hace dos años y llegó mi primera nieta”.